lunes, 17 de noviembre de 2014

PROSTITUCION EN CANADA

La prostitución, legal en Canadá

Los burdeles, la prostitución callejera o vivir del comercio sexual dejan de estar prohibidos. Una sentencia del Supremo confirma la constitucionalidad de estas prácticas en el país Robert William Pickton no sólo asesinó a 50 prostitutas en la ciudad de Vancouver (Canadá), a tiros y también arrojándolas en la jaula de su mascota: un oso de 300 kilos. También alardeó de ello hasta el punto de que fue así como la policía logró descubrirle. Y ahora, 11 años después de cometer su último asesinato, Pickton ha entrado en la historia del Derecho de Canadá, porque sus crímenes han sido la base de una sentencia del Supremo de ese país que ha sentado las bases para el ejercicio de la prostitución sin restricciones.

El dictamen del Supremo no autoriza la prostitución, dado que ésta no era ilegal en Canadá. Sin embargo, al igual que gran parte de Occidente, ese país prohibía las actividades conexas a la compra de sexo, con lo que en la práctica estaba prohibiendo la prostitución. Así, en Canadá estaban prohibidos los burdeles, la prostitución callejera y que la prostitución fuera la principal fuente de ingresos de una persona. Ahora, esas tres limitaciones quedan derogadas. El Supremo da un año al Parlamento canadiense para crear nueva legislación que regule la compraventa de sexo, con lo que la sentencia no constituye una 'barra libre' inmediata.

Todo el proceso comenzó cuando asociaciones de prostitutas usaron las monstruosidades cometidas por Pickton (en la cárcel, condenado por la muerte de al menos seis mujeres) para iniciar un proceso legal que pusiera de manifiesto que, con la prohibición de la prostitución, se estaba perpetuando un entorno que sólo favorecía el crimen y, en último término, la inseguridad para las mujeres u hombres que ejercen esa actividad. Su mayor éxito llegó el año pasado, cuando el tribunal de apelaciones de la provincia de Ontario derogó la prohibición de los burdeles existente en esa provincia.La sentencia fue recurrida ante el Supremo, que ha decidido ratificar la decisión de Ontario. 

El dictamen de máxima instancia judicial canadiense también muestra el cambio de percepción con respecto a la prostitución en ese país: en 1990, el Supremo mantuvo su inconstitucionalidad, con los votos a favor de los siete hombres y en contra de las dos mujeres de la institución. Ahora, tanto las tres mujeres como los seis varones que forman el tribunal han estado de acuerdo en que debe ser legal.

PABLO PARDO

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