jueves, 22 de octubre de 2015

USO DE CÁMARAS POLICIALES

UN NUEVO ESTUDIO MUESTRA MENOS VIOLENCIA Y MENOS RECLAMACIONES CUANDO LOS POLICÍAS LLEVAN CÁMARAS POLICIALES

El uso de la fuerza y las quejas por parte de la población disminuye sensiblemente cuando los agentes de la autoridad y los ciudadanos están siendo grabados.

Equipar a la policía con cámaras personales se ha demostrado una manera muy efectiva de mejorar el comportamiento de los agentes de la autoridad y los ciudadanos cuando interactúan.
Investigadores de la Universidad del Sur de Florida, han publicado recientemente un estudio que ha llevado durante un año al Departamento de Policía de Orlando a efectuar un interesante programa piloto. De manera totalmente aleatoria se ha comparado 46 policías que han llevado cámaras personales contra 43 que no.
Cámara Taser Axon

Durante los 12 meses del estudio, de Marzo de 2014 a Febrero de 2015, -en incidentes con uso de la fuerza- también conocidos como “respuesta a la resistencia”  las intervenciones cayeron un 53% en los policías que portaban cámaras. Las quejas y reclamaciones de los ciudadanos contra esos mismos policías también se redujo en un 65%.
El estudio también mostró reducciones significativas en el número de ciudadanos que resultaban lesionados como consecuencia de la intervención policial, así como reducción de lesiones en los propios policías.
Los Agentes que no portaban las cámaras personales en el estudio también disminuyeron el uso de la fuerza, sin embargo la reducción de quejas y reclamaciones fue menos sustancial.

Cámara Axon Body en la Policía Canaria

El estudio viene a confirmar el esfuerzo que la mayoría de Unidades Policiales de los Estados Unidos están realizando en aras de la transparencia y la reducción del uso de la fuerza que la sociedad de ese país demanda actualmente de su fuerza actuante. Las cámaras personales para policías han encontrado un término medio entre los intereses de la policía y de los ciudadanos ya que a la vez que autoregula la conducta de los policías, registra las posibles conductas de desobediencia, alteración del orden público o incluso de amenaza inminente de agresión física grave.
En los Estados Unidos, el Presidente Obama anunció en Diciembre de 2014 la asignación de 75 millones de Dólares para ayudar a los diferentes departamentos de policía en la adquisición de las citadas cámaras.

El Dr. Wesley G. Jennings, principal investigador del estudio e integrante del Departamento de Criminología de la Universidad de Florida, mencionó que los agentes en Orlando fueron inicialmente escépticos sobre las cámaras e incluso dudaron de la efectividad de las mismas ya que pensaban que no variarían la fuerza aplicada durante las detenciones. Pero aunque las cifras tras el estudio muestren lo contrario, solo uno de cada cuatro agentes participantes en el estudio confirmaron que portar las cámaras podría haber modificado en algo su conducta.
Muchos policías resaltaron que los ciudadanos, al ser conscientes de poder ser grabados, si que modificaban su conducta y ayudaban a rebajar la intensidad de los enfrentamientos. También constataron que las cámaras policiales aumentaron la recolección de pruebas y ayudaron a ser más precios en la elaboración de los informes. De acuerdo a Jennings, la mayoría de los agentes no se sintieron incomodos portando las cámaras.
“Las cámaras policiales no han reducido su profesionalidad y ganas de ayudar ante una llamada de socorro ni ha limitado los contactos que establecen todos los días en la prevención del crimen” “La mayoría de ellos han reportado que la cámara les hizo mejores policías” Comentó Jennings.

Tras la conclusión del estudio, dos de cada tres de los policías que portaron las cámaras policiales para policías dijeron que les gustaría llevarlas en un futuro.
El jefe de la Policía de Orlando John Mina, apoya esta medida, y ha solicitado 500.000 dólares americanos del fondo federal para adquirir cámaras personales para policías.
“Las cámaras personales para policías mejorarán nuestra eficacia y transparencia, protegerán a nuestros policías y ofrecerán pruebas irrefutables a la justicia” dijo Mina en unas declaraciones.
Otros estudios han mostrado una caída similar en el uso de la fuerza y en las quejas por parte de los ciudadanos tras la implantación de las cámaras personales para policías, comparado con periodos anteriores.
Mientras las cámaras personales para policías muestran una mejora sustancial en las relaciones entre las fuerzas de orden público y la comunidad a la que protegen, los escépticos mantienen que la efectividad de la equipación vendrá determinada por las políticas y protocolos de uso.

martes, 20 de octubre de 2015

HISTORIA DEL CONCIERTO ECONÓMICO


Origen del Concierto Economico

“Las reglas son principalmente para los países pobres, los ricos hacen lo que se les
antoja” 
Norman Chomsky, analista internacional y lingüista estadounidense.
Mientras fuimos libres, el reino de Nabarra contaba con un sistema fiscal avanzado para
su tiempo, sobre todo desde la creación de la Cámara de Comptos, la cual fiscalizaba 
el patrimonio y las finanzas públicas al igual que un Tribunal de 
Cuentas moderno. La Cámara de Comptos se creó en 1258 y fue reforzada con Carlos II
de Nabarra en 1365, tres siglosantes de que la Castilla feudal tuviera un órgano
parecido (María Puy Huici "La Cámara de Comptos de Navarra entre 1328 y 1512”). 
Para entonces, la Nabarra Occidental y gran parte de La Rioja había sido invadida,
menos la Sonsierra (actuales Rioja Alabesa y los pueblos de Ábalos-San Vicente de la
Sonsierra).

ANTECEDENTES, ETAPA FORAL


Tras la invasión militar española, las tierras nabarras peninsulares se consideraban
exentas de impuestos y contribuciones al erario real castellano-español, aunque en 
la práctica los impuestos adoptaban forma de “donativos”, 
normalmente puntuales. Dentro de estos “donativos” estaba la “alcabala” que pagaba
Gipuzkoa a la corona española, y que consistía en un 10% de los bienes consumidos; a 
partir de 1509 se sustituyó por una cantidad fija, en concreto 1.245.925 maravedíes,
rebajados por servicios prestados a la corona.
Los Reyes Católicos dejaron perfectamente escrito el 19 de abril de 1491 la relación 
de los nabarros con Castilla: 
los vascos de las tres provincias de la Nabarra Occidental, no podían participar en 
las Cortes de Burgos en 1506 por ser, según estos reyes: “Estados separados”. Bizkaia
era para los Reyes Católicos: “una nación separada”.
Felipe IV (1621-1665) dejó escrito sobre Alaba: “aunque la dicha provincia ha estado 
y está incorporada en mi corona..., se ha reputado por provincia separada del reino...,
porque de todo es libre y exenta, así como lo son mi Señorío de
Vizcaya y la mi Provincia de Guipúzcoa”.
Alta Nabarra tuvo la consideración de “reino” hasta 1841 que pasó a ser una 
“provincia” tras perder la Primera Guerra Carlista, año en que España suprimió la 
ejemplar Cámara de Comptos. Hasta esa fecha e incluso tras la invasión, la Cámara de 
Comptos administraba y fiscalizaba los recursos de Alta Navarra, los cuales se basaban
en el "donativo" o" servicio" acordado en las Cortes y que recaudaba la Diputación. 
Alta Nabarra mantuvo hasta 1841 el estatus de “reino” con su “virrey”, a modo de
una colonia, y conservó la facultad de batir moneda, pero también circulaba la
moneda de Castilla, el reino más poderoso de la corona española.
Dentro de los Fueros nabarros o derecho pirenaico, se contemplaba el impuesto del
"diezmo" (el diez por cierto) que se pagaba a la Iglesia y que se concretaba en realidad 
en “un robo de simiente y una cesta de uvas”. En la costa nabarra,
la Iglesia cobraba como diezmo la lengua de las ballenas que se capturan, vendiéndola
después a particulares, gracias a esto se han construido muchas iglesias vascas, como
la basílica gótica de Lekeitio sobre otra románica anterior, una de las cuatro basílicas 
de Bizkaia, junto con la de Portugalete, Begoña y la más reciente de Elorrio, donde 
descansa el único santo bizkaino, San Valentín de Berriotxoa.
Desde 1484 existía además un acuerdo desastroso firmado con el rey falsario, 
Fernando de Aragón–firma como rey de España desde 1492-, por el que los nabarros 
costeros de Gipuzkoa y Bizkaia se sometieron a levas forzosas -armar buques y marinos
para las conquistas y guerras del aragonés-, a cambio de nuevos caladeros y puertos 
comerciales, pues se encontraban constreñidos ante tanta hostilidad al libre comercio.
Los gastos hasta la embarcación corrían por cuenta de las Diputaciones, y a partir de 
ahí pagaba la Corona española. Cuando no salían voluntarios suficientes, se echaba a 
suertes, este método causaba tantos incidentes que las Diputaciones crearon una
sección especial para la resolución de los conflictos.
La defensa de los territorios nabarros la siguieron haciendo las milicias autóctonas, las 
cuales no podían salir de esos territorios según Fueros, las tropas reales españolas 
sólo podían transitar por los caminos fijados por el Diputado General. Las milicias 
municipales quedan a las órdenes de los alcaldes que realizan la instrucción militar los 
domingos por la tarde con todos los hombres entre 18 y 60 años.
Hasta el siglo XVII no existió ninguna fiscalidad provincial propiamente dicha en la
Nabarra Occidental. Hasta entonces, las Diputaciones obtenían los ingresos que 
necesitaban mediante derramas entre los municipios y eran estos quienes establecían 
los impuestos que consideraban oportunos para hacer frente a su parte.
Las Juntas provinciales o gobiernos de cada territorio, no pudieron establecer 
impuestos provinciales hasta 1629 que se les dio ese derecho desde la corona española,
fue entonces cuando se empezaron a configurar las Haciendas Provinciales de Bizkaia y 
Gipuzkoa –la de Alaba lo hará ya en el siglo XVIII-, es por tanto con el rey de la familia 
de los austrias Felipe IV cuando aparecen las Haciendas Forales en la Nabarra
Occidental.
Las Diputaciones Forales recaudaban los impuestos por "fuegos", es decir, por caseríos.
Cuando las foguerizaciones no daban más de sí, se crearon las "Cajas", recaudaciones 
según distintos conceptos. 
Así existía una Caja General y otras como la Caja de Guerra o del "Exercito" creada en 
1793. Sirvieron primero para guardar los donativos más o menos voluntarios de los
particulares, y luego contribuciones obligatorias varias, como el 6% del comercio y propiedad o por ejemplo 
el impuesto del Tabaco de 1794; también se gravaron el vino, la canela, el cacao o el
 bacalao, de cara a sufragar sobre todo la construcción de caminos.
Finalmente, el control de todos los impuestos se centralizó en 1802 en un "Tesorero
del Señorío" o cargo similar,
desapareciendo poco a poco las Cajas, hasta que en 1877 desapareció la última, la del 
Tabaco.
Los numerosos contrafueros de los reyes españoles por la necesidad continua que
tenían de recaudar impuestos para sus fastos, guerras y conquistas, se resolvieron 
muchas veces con simples “pases forales” (“derecho de sobrecarta” en Alta Nabarra), 
negaciones a cumplir las órdenes regias -"se obedece pero no se cumple"-, pero en 
otras ocasiones el pueblo tuvo que oponerse en la calle al intento de saltarse la 
legalidad de los enviados reales, lo que se ha conocido como “matxinadas”, la defensa 
del pueblo de su libertad en una clara “democracia activa”.
La voz “matxinada” viene de los ferrones o "matxinos" en euskara, palabra derivada
de San Martín, su patrón; grupo social de enorme peso que participó en muchas de las
protestas contra los intentos de imponer aranceles e impuestos de forma unilateral por
la corona que perjudicaban sus intereses económicos, también por la subida en el
precio de los granos, aprovechamiento de montes comunales y diferentes mandatos
reales que contravenían los Fueros. Sólo en el siglo XVII se observan contrafueros en
las siguientes fechas: 1601, 1607, agosto de 1625, julio de 1626, abril de 1628,
noviembre de 1629, marzo de 1630, enero de 1631, durante 1634, febrero de 1637,
1638, 1639, abril de 1642, diciembre de 1646, noviembre de 1658, octubre de 1660,
junio de 1664, julio de 1666, junio de 1667, noviembre de ese mismo año, octubre de
1668, diciembre de 1670, febrero de 1672, marzo de 1674, enero de 1676, octubre
de 1676, enero de 1680, junio de 1681, diciembre de 1684, abril-mayo de 1689,
marzo de 1692, octubre de 1695 y enero de 1697.
Además, las levas forzosas de marineros nabarros, supuso en ese siglo XVII una sangría 
humana para la Nabarra Marítima que cubrió de gloria a la corona española con 
intrépidos navegantes, grandes generales y almirantes para sus aventuras imperialistas,
pero que vació el país de hombres jóvenes tal y como relata J.E. Labayru en su libro
“Compendio de la historia de Bizkaia”, donde comenta que en el año 1640 el señorío
se negó a mandar más marineros “porque cada año salía ya a las Indias, ya a Castilla, 
ya a la marinería de navíos tanta gente que de las cuatro partes que quedaba en 
Bizcaya tres eran mujeres, pues los hombres que salen no vuelven”.
Por el norte, mientras Nabarra entera fue reino independiente, la aduana y los peajes
estuvieron en el río Aturri-Adour:
Baiona, Donapaleu, Izura y Garruze. A partir de comienzos del siglo XIV y debido a 
la que la invasión de la Nabarra Occidental continuaba, las aduanas fueron llevadas a
Donibane Garazi (San Juan de Pie de Port en romance gascón), Lekunberri, 
Auritz-Burguete y Orreaga-Roncesvalles. Finalmente y tras la invasión militar de   
1512-24 de Alta Nabarra, la aduana se situó en el llamado “Cordón del Ebro”: 
Balmaseda y Orduña en Bizkaia, Vitoria (Alaba) y Sangüesa, Biana y Tudela en Alta
Nabarra.
Era una aduana para gravar los productos que entraban en España desde el extranjero,
pues los productos españoles y europeos entraban y transitaban en las tierras
Nabarras sin gravámenes, pagando sólo los llamados “derechos de Tablas” en el caso 
de los españoles. Existía por tanto un mercado libre en toda Nabarra- Baskonia, desde
el Ebro hasta Burdeos, que se perdió por la fuerza de las armas una vez más. En 
Hegoalde, la aduana en la costa, río Bidasoa y Pirineo, se impuso tras la supresión de
los Fueros que siguió la pérdida de las Guerras Carlistas, que no deja de ser una gran 
matxinada o defensa de los Fueros y de la democracia.
Iparralde mantuvo sus fronteras económicas con Francia hasta 1713, cuando, tras el
Tratado de Utrecht, París las eliminó unilateralmente por la fuerza, lo que supuso la muerte de la economía de Iparralde,
más cuando en el Tratado se dejaba en manos inglesas la isla de Terranova, principal 
ingreso de los labortanos desde hacía un siglo con su pesquería de ballenas y bacalao.

ORIGEN DEL CONCIERTO ECONÓMICO


Tras la Segunda Guerra Carlista, los cuatro territorios nabarros peninsulares fueron 
considerados traidores a España y pasaron a llamarse “provincias”, con mucha menos 
autonomía que hasta entonces. La Ley del 21 de julio de 1876 abolía definitivamente 
los Fueros; hasta el 4 de noviembre de 1879 los cuatro territorios vivieron bajo un 
estado de  excepción. Aun así, la “provincia” de Alta Nabarra conservó lo que le quedó
de sus leyes naturales tras la imposición de la Ley Paccionada en 1841
como consecuencia de perder la Primera Guerra Carlista. Muchos vascos emigraron en
masa a América. Cada 21 de julio hasta 1936, en la prensa vasca aparecían artículos y
editoriales contra esta ley de 1876.
Los liberales vascos se unieron a los carlistas para pedir la no-supresión de las 
"Entidades Administrativas vascas", pero no consiguieron eco alguno en Madrid donde 
se centralizó todo siguiendo el nuevo modelo de Estado-Nación totalitario imitando a 
Francia -asustados quizás por la rápida descolonización-, sobre la base castellana
llamada ahora española, frente a la defensa de la diversidad de la corona de los
españoles que proclamaban los carlistas, estructura de Estado mucho más democrática
y donde Castilla era el reino más poderoso pero nada más. Se trataba de un Estado 
que crea su nación para el mejor control de sus súbditos y no una nación o pueblo que
se constituye en Estado para la defensa de sus intereses privativos.
“España tenía dominios allende los mares, predominó y debió predominar Castilla, el 
pueblo central, el más unitario y
más impositivo, sí, pero el menos egoísta. Gran generosidad implica el ir a salvar almas,
aunque sea a tizonazos” Miguel de Unamuno.
“A fuerza de pensar abstractamente en la nación, se creyó que ésta era un Madrid 
centrifugado, enorme que llegaba hasta mares y se apoyaba en el Pirineo. La política
nacional que había en las cabezas era una política madrileña.
La idea nacional quedaba, por prestidigitación inconsciente, suplantada por una idea
particularista. Era madrilenismo” Ortega y Gasset.
Wikipedia: “El pueblo, que hasta entonces se reconocía como "vasallo del Rey de 
España", comenzó a identificarse como "español". En las Cortes de Cádiz, los términos 
de "reino" y "monarquía" fueron sustituidos por "nación", "patria" y "pueblo". Como 
declaró el diputado asturiano Agustín Argüelles al presentar la Constitución de 1812,
«españoles, ya tenéis patria»”. Esa nueva nación o patria se empezó a imponer 
durante el siglo XIX aprovechando las Guerras Carlistas, a sangre y fuego.
Entre las nuevas medidas represivas, Cánovas del Castillo, a la sazón Presidente del
nuevo Gobierno español gracias a un nuevo golpe militar -hubo cuatro y varios intentos
más en poco más de medio siglo-, determinó la obligación de las nuevas “provincias” 
de pagar dinero a la Hacienda Central, así, en el art.24 de la ley de los presupuestos 
Generales del Estado de 1876 se decía: "Se autoriza al Gobierno para dar desde luego
a la contribución de inmuebles, cultivo y ganadería en la provincia de (Alta) Navarra la 
misma extensión proporcional que en los demás de la península y para ir
restableciendo en ella, con las modificaciones de forma que las circunstancias locales 
exijan, una exacta proporción entre los ingresos de aquella provincia por todo 
concepto y las demás de la península".
En las otras “provincias” nabarras peninsulares la represión económica se materializó
en el Real Decreto 28 de febrero de 1878, conocido como primer Concierto Económico:
"Establecida la unidad constitucional en las Provincias Vascongadas (la Nabarra
Occidental); verificada la primera quinta (primer servicio militar obligatorio fuera del
territorio nabarro), y estando llevando a cabo los preliminares de la del presente año
con la misma regularidad que en las demás del Reino, faltaba solo que entrasen aquellas
en el Concierto Económico (......) las Provincias Vascongadas dentro ya del Concierto
Económico contribuirán al sostenimiento de las cargas públicas en igual proporción 
que las demás de España".
Se hablaba de la necesidad de que las “provincias” nabarras entraran en el "Concierto 
Económico" de la nación (española), de ahí el término que no proviene de “concertar” 
un acuerdo entre dos, sino de la obligación a sumarse a lo que había para los españoles,
sumarse al “concierto general español”. “Concierto Económico” significa, por tanto, 
dejar de ser provincias "exentas" y servir al ejército español en cualquier parte de su
imperio y no sólo a su armada -hasta de 7 años de servicio si te tocaba Filipinas-, pero
la exención era comprable con un sustancioso “donativo”, por tanto era un servicio
militar para los más pobres.
Las Diputaciones se resistieron a cumplir este mandato, Cánovas dictó la sustitución de
las Diputaciones “Forales” por las Diputaciones Provinciales, de menor capacidad e
iguales al resto de la corona española, convertida ahora en un único reino-Estado 
totalmente centralizado con Alfonso XII como nuevo rey desde 1874 -pero con apenas 
poderes- y con un parlamento salido de unas elecciones con un censo reducido al 5% o
menos de los hombres más ricos del nuevo Estado-nación totalitario, una plutarquía 
“liberal” por tanto.
El problema estaba en cómo hacer efectiva la obligación de que las “provincias” 
nabarras pagasen sus impuestos, cuando no había infraestructura administrativa ni 
estadística para ello. Por ello se llegó a un acuerdo con las nuevas Diputaciones
Provinciales para que éstas recaudasen “lo que el Ministerio de Hacienda hubiera
podido recaudar por su cuenta”. Así los nabarros pagamos un “cupo”, un dinero cada
año, a España. El acuerdo tenía en principio 8 años de vigencia.
Las Diputaciones subvencionaron ferrocarriles mineros y crearon incluso uno propio,
dando pingües beneficios al coincidir con el boom del sector, lo que permitió no
recaudar los impuestos “concertados” entre la ciudadanía. El primer “Concierto
Económico” suponía una fiscalidad autónoma para las Diputaciones siendo renovado por primera vez en
1886, por ser conveniente para ambas partes. Las Diputaciones controlaban los 
presupuestos de los Ayuntamientos, construían carreteras, mantenían una policía de carreteras, otorgaban becas y 
cátedras, realizaban acciones benéficas etc. La gestión administrativa era muy buena.
En 1894 el Ministerio de Hacienda español reconoció explícita y oficialmente el
respeto a la "independencia económica y administrativa" de las cuatro Diputaciones 
nabarras.
El Concierto Económico en su último ajuste de 1927 pedía “un cupo” o cuota de
impuestos a Bizkaia de 28.380.000 pesetas, a Gipuzkoa 10.050.000 pesetas, a Alaba 
1.570.000 pesetas y Alta Nabarra logró que no se le incrementara el cupo desde 1877, 
pagando 2 millones de pesetas.
El 19 de junio de 1937 una nueva dictadura comandada por el general E.Mola y luego 
por F.Franco, suprimió el “Concierto Económico” en las nuevamente “provincias” 
traidoras de Bizkaia y Gipuzkoa. El “Concierto Económico” continuó en Alaba y 
Alta Nabarra gracias al engaño de una promesa de restitución foral y de democracia a
cambio de la ayuda carlista al alzamiento militar “nacional”.
En una entrevista reciente, Carlos Hugo de Borbón y Parma pretendiente carlista y 
dirigente del movimiento en los años 70, aclara: “Cuando mi padre, Don Javier Borbón
y Parma, negoció con el general Emilio Mola la participación de los requetés en el 
alzamiento de julio de 1936 (Javier presidió la junta suprema militar golpista), 
se acordó que, cuando este triunfase, se abordaría la forma de gobierno con una
votación popular. Pero las cosas fueron de otro modo. Franco,apoyado por alemanes y
británicos –lo que no se suele comentar-, se hizo con el poder y en abril de 1937, forzó
la unificación de la Falange y el carlismo. Mi padre se negó a que este se integrara en 
una organización totalitaria y se dio así la paradoja de ser los carlistas unos vencidos 
en el campo del vencedor (…)”. El pretendiente carlista fue expulsado de España y 
cayó prisionero de los nazis.

EL CONCIERTO ECONÓMICO HOY


Poco a poco, la autonomía fiscal del “Concierto Económico” de Alaba y Alta Nabarra
fue mermada por la dictadura. Bizkaia y Gipuzkoa recuperaron la idea del “Concierto
Económico” tras arduas conversaciones con el gobierno español en 1981, pero el
proyecto nació totalmente condicionado, resultado de una infravaloración de las
fuerzas del pueblo nabarro y como una cesión dada por Madrid como el propio Estatuto
de “autonomía”, por lo que las discusiones son constantes hasta nuestros días, pese a 
que las diferencias entre la fiscalidad de las “provincias” nabarras y la fiscalidad
española, son muy pequeñas (como veremos más detalladamente en otro artículo).
Estatuto de Autonomía de 1979 artículo 41.1 (para la Nabarra Occidental y similar en 
Alta Nabarra): "Las relaciones de orden tributario entre el Estado y el País Vasco (sic)
vendrán reguladas mediante el sistema foral tradicional de Concierto Económico o 
Convenios". En su artículo 41.2: "d) La aportación del País Vasco (Nabarra Occidental) 
al Estado (español) consistirá en un cupo global, integrado por los correspondientes a 
cada uno de sus Territorios, como contribución a todas las cargas del Estado que no
asuma la Comunidad Autónoma", la definición es novedosa pues hasta entonces se 
ponía como cupo “lo que la Hacienda Central hubiera podido recaudar en el territorio”, pero la trampa está en e
“cómo” recaudar.
Las competencias normativas, gestión, liquidación y recaudación corresponden a las 
Diputaciones de las “provincias”, pero el sistema tributario nabarro debe de ser, 
obligatoriamente: solidario con “el resto de España”, respetar la estructura impositiva 
del Estado español y los tratados internacionales firmados por España, todo bajo un 
concepto ambiguo llamado “armonización fiscal” con la fiscalidad española y bajo los
criterios interpretativos de la Ley General Tributaria española (arts. 3 a 6). Por tanto, 
ya no deciden las Diputaciones nabarras la normativa fiscal para recaudar
los impuestos y pagar ese cupo a los españoles, quedando todo en manos -o cuando
menos totalmente condicionado a lo que decida el gobierno central español.
El “Concierto” económico y el cupo que los vascos pagamos no son para ni por
pertenecer a España, ya que nuestra adhesión ni fue voluntaria ni se nos ha preguntado jamás al respecto. Tampoco es
como dice España para compensar desigualdades entre “regiones”, pues para ello los 
vascos tendríamos que querer formar parte del marco Español.
Tampoco es para pagar servicios comunes, pues no tendría sentido pagar miles de
millones de más como hacemos y menos pagar un ejército, servicios diplomáticos, jueces etc. contrarios a nuestros
intereses.
El “Concierto” económico y el cupo son el fruto de la violencia que España es capaz
de acumular contra los vascos para imponernos su voluntad contra nuestros intereses,
así los imperialistas jamás tendrán la necesidad de producir más de lo que hacen para 
mantener su actual nivel de renta, ya que consiguen de nosotros un capital extra, 
tratándonos  como una de sus últimas colonias a las que explotar.
“El nacionalismo imperialista es la forma internacional de la dominación de clase,
feudal, burguesa, etc. una empresa  de opresión, explotación y pillaje contra las 
clases sometidas de la nación dominada. (…).“Principios y posiciones actuales S.T.V. 
1963” Lan Deia.
Aitzol Altuna Enzunza, Galdakano (Bizkaia)

Publicado por Nabarralde-k argitaratua